jueves, 17 de enero de 2013

Guardavidas en la laguna





Cuando hicimos la ordenanza de reglamentación del servicio de guardavidas, pensábamos básicamente en la laguna de Gómez. La adhesión a la resolución provincial implicó la obligación de los clubes y piletas públicas de contar con uno. Fue un gran escándalo, porque parecía que, en lugar de cuidar la vida de las personas, intentábamos generar un negocio para quienes podían desempeñar el oficio, perjudicando a los profesores de educación física y conduciendo a los clubes a la ruina misma. La "avivada" de los guardavidas era tener un buen convenio colectivo (los profesores de educación física resultaban mucho más baratos porque su trabajo de verano era un plus sobre su sueldo docente).  Cuando asumió Meoni, uno de sus altos funcionarios, me armó una reunión donde el conjunto de los dirigentes de los clubes de Junín (muchos) me increparon (otros concejales me acompañaron) pidiéndonos que derogáramos la ordenanza. No lograron eso pero le dieron un plazo de cumplimieto de 6 meses, lo que postergó la ejecución para el verano siguiente.
Ningún club se fundió desde el 2004 hasta ahora por pagar el sueldo exorbitante de convenio de un guardavida.
Todo esto es historia antigua. Pero viene a cuento por las declaraciones del Coordinador del equipo de guardavidas del Parque Natural Laguna de Gómez.
Entrar a dilucidar la pertenencia,  el dominio o la jurisdicción de las aguas donde se ahogó un turista hace unos días no me corresponde. Parece un tema de cierta complejidad jurídica.
Lo que me parece es que los actuales gestos del gobierno local se condicen con los antiguos, con los que conté al principio. La culpa del conflicto con los clubes era mía  porque yo había redactado la ordenanza (no importaba a quién se quisiera proteger). La culpa del riesgo en el río es de ... alguien más.
El turismo de la laguna parece ser un recurso importante para la ciudad: subaprovechado según mi opinión, pero aún así importante. Es un turismo popular, lo cual se acentúa al cobrar una entrada barata. El anfitrión debe cuidar a sus invitados. Tener baños dignos, tener un servicio de salud adecuado.
Si bien es cierto que no se puede cubrir toda la ribera con guardavidas, entonces tendrá que haber inspectores que impidan a la gente pescar donde está prohibido.
Puede haber fatalidades, pero debe existir la vocación de cuidar. Deberían tener el pudor de decir, hicimos lo posible por evitarlo, lo lamentamos mucho. No culpabilizar a las víctimas.



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